Discurso del Ing. Guillermo Armenteros en el acto de graduación de la Universidad APEC en septiembre de 1986

Abstract

Un momento tan trascendental como el de la graduación o investidura profesional resulta apropiado para escuchar unas palabras sabias que iluminen debidamente el pasado y el porvenir. Es el instante en que la persona se detiene a ver el camino recorrido en su formación y, lleno de esperanza y de gozo, se apresta a lanzarse de pleno al trabajo en procura del mejoramiento social y del perfeccionamiento personal. Las palabras del orador invitado al acto de celebración de la graduación de UNAPEC de septiembre de 1986 fueron lo suficientemente realistas para precisar la situación particular que vivía el país, pero también estuvieron lo suficientemente cargadas de la necesaria fe en el porvenir. De hecho, el discurso del Ingeniero Armenteros consistió en un llamado a la vieja sensatez de tener los pies en la tierra, la cabeza en los cielos y el corazón en la lucha, única forma de transformar para bien nuestro presente.