El impacto de la depresión económica de 1930 sobre la economía dominicana

Abstract

El historiador y economista Bernardo Vega analiza en este texto el impacto que tuvo la caída de la Bolsa de Valores de Nueva York de 1929 y la subsiguiente depresión económica mundial en la economía dominicana y en los acontecimientos políticos que dieron paso a la ascensión al poder de Rafael Leónidas Trujillo. Afirma el autor que fueron tan drásticos los cambios en los ingresos del país, que el desprestigio y la impopularidad del régimen horacista aumentaron hasta el punto de que la población no respondió ni reaccionó ante el golpe de estado del 23 de febrero de 1930: "apabullada por los efectos de la recesión mundial", la población dominicana habría responsabilizado de alguna manera a su propio gobierno. En efecto, las variaciones económicas experimentadas por el país a causa de la depresión mundial fueron muy graves: caída brusca, entre 1928 y 1930, de los precios internacionales del azúcar (un 44%), el café (un 35%), el caco (un 41%) y el tabaco (un 12%), principales productos de exportación dominicanos; disminución, para el mismo período, del valor total de las exportaciones nacionales (en un 35%) y de las importaciones (en un 43%); consecuente reducción de las actividades del sector privado productivo, que hicieron contraer el empleo, el circulante y el consumo; y reducción de los ingresos fiscales del gobierno (en un 39% entre 1927 y 1930) y de su capacidad de inversión pública. Si a esto se le añade que en 1930 el gobierno debió empezar a amortizar el capital de la deuda externa, se comprende que en algunos meses de ese año el dinero no alcanzara ni siquiera para pagar a los empleados públicos. Explica el autor, además, que esa crisis se distinguió sustancialmente de la que vivió el país en los pasados años 80, en que provocó mucho más desempleo que inflación. Como no había moneda propia, y lo que circulaba era el dólar americano, no había tipo de cambio que afectar.