La cultura dominicana cuatro veces secular

Abstract

Esta es la reproducción de un artículo de Joaquín Balaguer aparecido en el diario La Nación el 28 de marzo de 1946. En él se hace un esbozo de los primeros cuatro siglos de vida cultural del pueblo que tiene su origen con la llegada de Cristóbal Colón a Quisqueya. El autor sintetiza los hitos más significativos, por sus repercusiones positivas o negativas, en el ámbito de la cultura dominicana de ese gran período. Así, sitúa el máximo esplendor en el primer siglo de la colonia, época en la que Santo Domingo es el centro intelectual y político a partir del cual se emprende la aventura colonizadora en las otras tierras de América. En aquella época, la primera universidad de América, la Universidad de Santo Tomás de Aquino, contribuyó a formar y a atraer a la isla doctas eminencias de España y América, especialmente de la región caribeña. En cambio, la decadencia se da con las despoblaciones del occidente de la colonia (1605-1606) y con el consecuente mayor empobrecimiento. Esto se acentúa todavía más con la posterior cesión de la parte española a Francia (en 1795), acontecimiento que genera la emigración de "todas las familias" que constituían la flor del espíritu de la colonia. Luego del hiato cultural hispánico producido por la ocupación haitiana, reemerge la tradición cultural y educativa con nuevos bríos, particularmente a través del restablecimiento de la antigua universidad (ahora con la forma y el nombre de "Instituto Profesional"), pero sobre todo con el surgimiento de una serie de grupos literarios y culturales que promocionan el estudio de las humanidades y las ciencias en todo el territorio nacional, y esto a pesar de la desorganización política y las luchas caudillistas que vivía la república recién nacida. La Republicana, La Juventud, Los Amigos del País, Amantes de la Luz y La Progresista fueron organizaciones vitales en la efervescencia cultural de la segunda mitad del siglo XIX y ejemplos de que, aún en las peores situaciones, el pueblo dominicano ha buscado siempre la forma de satisfacer su intenso deseo de educación y cultura.