Un país con futuro. Crisis, corrupción y pobreza: ¿cómo evitarlas?

Abstract

En los últimos sesenta años la economía dominicana ha registrado el crecimiento económico más alto de América Latina. Sin embargo, dicho crecimiento no se ha traducido en un equiparable desarrollo humano ni ha sido suficiente para evitar crisis financieras que han intensificado el atraso y la miseria de una considerable parte de la población. Solo en la más reciente, la del 2003-2004, y según estimaciones de Naciones Unidas a partir de cifras respaldadas por el Banco Mundial, se habrían generado alrededor de un millón trescientos mil nuevos pobres y más de seiscientas mil personas habrían caído en pobreza extrema. Es por eso que el autor, experto y experimentado economista que ha trabajado por muchos años en el sector bancario, hace hincapié en la necesidad de que se planteen correctamente los planes nacionales de combate a la pobreza, de modo que estos no sean políticas aisladas, sino que formen parte integral de la política económica del país. Y es que parte del fracaso dominicano en la superación decidida del bajo índice de desarrollo humano estribaría en el hecho de que los gobiernos suelen considerar como separadas la política social y la política económica, de suerte que el crecimiento económico y el desarrollo humano "rara vez se cruzan". Refiere el autor, asimismo, la necesidad de evitar la ocurrencia de nuevas crisis mediante una política económica que mantenga la estabilidad monetaria y un justo crecimiento económico que refluya en todos sus pobladores, así como mediante el cumplimiento eficaz, por parte del Estado, de las funciones de regulación y supervisión de los bancos. Para él es fundamental "lograr que la regulación y la supervisión refuercen la disciplina del mercado".